La lucha por Gibraltar, entre España e Inglaterra, se remonta al año 1702. En aquel tiempo la casa real española, los reyes Austrias, se habían quedado sin herederos al trono, por lo que la corona francesa, los Borbones, tuvieron que encargarse de la casa real española. Pero Inglaterra y Holanda no eran partidarios de que Felipe V de Borbón llegará al trono español, ya que si lo hacía, Francia sería más poderosa. Así que en 1702 las flotas inglesas y holandesas desembarcaron en Cádiz, en plena Guerra de Sucesión.
El 1 de Agosto de 1704, el almirante inglés Rooke, bajo las órdenes del Príncipe Jorge, decidió que debía llegar a su país con alguna conquista, ya que no habían podido impedir el reinado de los Borbones en España, así que cogió a las escuadras anglo-holandesas y se dirigieron a tomar Gibraltar, ya que era un gran punto geográfico y militar, para poder controlar las entradas y salidas del mar Mediterráneo. Y así también pondría a los españoles del sur en contra del rey Felipe V. Primero intentaron conquistar Gibraltar con un tratado sin guerra, pidiendo al Gobernador de Gibraltar que se rindiera y jurara fidelidad al archiduque Carlos, pero el gobernador no se rindió tan fácilmente. Así que las flotas anglo-holandesas decidieron atacar durante las noches del 3 y el 4 de agosto, bombardeando el castillo y la misma ciudad. A causa de las escasas tropas militares de Gibraltar contra los 10.000 hombres del ejercito inglés, Gibraltar fue tomada y el gobernador Diego De Salinas se rindió, entregando las llaves de la ciudad al almirante Rooke, en nombre del archiduque Carlos. Los ingleses habían prometido a los gibraltareños libertad y derechos, al igual que los tenían antes de la conquista siempre que juraran lealtad al archiduque Carlos, pero las tropas anglo-holandesas no cumplieron su palabra, saqueando, violando y profanando todas las iglesias católicas de la ciudad. Así que los nativos de l peñón se revelaron, matando a todos los militares que podían. Finalmente el gobierno inglés restauró el orden, pero casi 4.000 habitantes gibraltareños decidieron marcharse de la ciudad, extendiéndose por Algeciras y San Roque.
El 24 de Agosto de 1704 una flota franco-española intento reconquistar Gibraltar, en la batalla de Vélez-Málaga, pero no consiguieron vencer, durante ese mismo año volvieron a intentarlo en varias ocasiones, pero el resultado siempre era el mismo.
Los ingleses, decidieron apropiarse completamente de Gibraltar, ya que en realidad pertenecía al archiduque de Barcelona, al que llamaban Carlos III. Así que 1706 la reina Ana nombra gobernador al militar inglés Roger Elliott. Y en 1711, el gobierno de Gran Bretaña ordenó que fueran expulsadas todas las tropas extranjeras, así que en Gibraltar solo tenían poder los Ingleses.
En 1713 finalizó la guerra de Sucesión Española, y se firmó el tratado de Utrecht, en el que se selló la paz entre ambos gobiernos. Y se aceptó a Felipe V como rey de España, pero eso si, Gibraltar sería propiedad del gobierno inglés para siempre.
Durante los primeros años de mandato inglés en Gibraltar no hubieron muchos cambios, los ingleses tan solo querían el peñón como estrategia de negociación con los demás países europeos. Pero poco a poco se fueron dando cuenta de que podían llegar a tener más ingresos si utilizaban el peñón como punto estratégico. En las batallas napoleónicas, Gibraltar fue una de las bases navales más importantes, ya que allí se disputó la batalla de Trafalgar.
En 1869 se abrió el canal de Suez y Gibraltar y a su vez Gran Bretaña cobraron más importancia como ejercito y nación.
En 1909 el gobierno inglés mandó construir la “verja de Gibraltar” , de esta forma se podía apropiar de más de la mitad de un terreno que no pertenecían al gobierno inglés.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Gibraltar volvió a servir de fortaleza para las tropas aliadas de Gran Bretaña.En 1941, los nazis intentaron hacerse con el poder de Gibraltar, pero para ello Franco debía dejarles pasar por España, y este por temor a que también invadieran el país, no lo permitió.
En 1954, con motivo del 250 aniversario de la toma de Gibraltar, la reina Isabel II decidió visitar la ciudad, cosa que enfureció al dictador español Francisco Franco, que reivindicó la soberanía del peñón. Franco decidió cerrar el consulado español de Gibraltar y aumentar las restricciones en el paso libre de personas y vehículos entre Gibraltar y España. Conforme pasaba el tiempo y Gibraltar no era propiedad española, Franco aumentaba más las restricciones, llegando a impedir el paso de vehículos en la frontera.
En 1955, en la asamblea de las Naciones Unidas, España volvió a reivindicar la soberanía de Gibraltar a España. Pero la ONU tan solo aconsejo negociar un nuevo tratado, cosa que no se hizo. Pero en 1967 se hizo la primera consulta sobre la soberanía de Gibraltar, y el 99% de la población votó por seguir siendo británicos.
Actualmente el gobierno español sigue reclamando la soberanía de Gibraltar.
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